Que levante la mano quien no haya enviado un email en su vida. Nadie, ¿verdad?
Usamos el correo electrónico para todo: para escribir a amigotes que hace mucho no vemos, mandar currículums, recibir facturas o noticias, registrarnos en cualquier página web o aplicación. Lo usamos para muchas cosas.
Pero, ¿alguna vez te has parado a pensar qué es realmente un email? ¿Qué hay detrás de esa pantalla cuando le das al botón de “enviar”? Te lo cuento:
¿Qué narices es un email?
Un email (o correo electrónico, si te pones tiquismiquis) no es más que un mensaje digital que se envía de un dispositivo a otro a través de una red.
Según Wikipedia, es un «servicio de red que permite a los usuarios enviar y recibir mensajes (también denominados mensajes electrónicos o cartas digitales) mediante redes de comunicación electrónica«.
En otras palabras: es el equivalente a la carta de toda la vida, pero en versión digital. Más rápido, más barato y sin tener que chupar el sello.
Email vs. Newsletter
Te lo intento aclarar. Email y newsletter son dos cosas distintas. Una newsletter es un email. Pero un email no siempre es una newsletter. Cómo te cuento en mi diccionario, el término newsletter es «un correo electrónico que envía una persona o empresa con noticias, actualizaciones y contenido seleccionado sobre un tema específico al que te suscribiste con una determinada frecuencia«. Es decir, que una newsletter viene a ser un email promocional, en la que tu diste tu consentimiento para recibir emails y en el cuál debe ser necesario que haya la opción de darse de baja.
Un email engloba todo tipo de emails:
- Correos personales o correos de particular a particular: no hay un nombre definido per se, pero al final acaba siendo una comunicación directa e informal entre individuos.
- Cold Emailing (correo en frío): Dentro de esta sección podrían haber emails enviados por individuales que te quieren vender un servicio sin conocerte, y que han conseguido tu dirección de correo electrónico en algún sitio.
- Emails Transaccionales: Confirmaciones automáticas (compras, envíos, contraseñas).
- Emails Relacionales: Buscan crear una relación (newsletters, bienvenida, felicitaciones). Aquí entrarías las newsletters que son más informacionales.
- Emails Promocionales: Su objetivo es vender (ofertas, descuentos, nuevos productos). Dentro de aquí se incluye la newsletter.

La disección de un email: las tripas al descubierto
Un email, como un buen bocata de calamares, tiene varias partes. Aquí te las presento en plan rápido, sin entrar en muchos detalles:
- Asunto: El titular de tu mensaje y que resume el contenido del email. Si no quieres que acabe en la basura, cúrratelo un poco.
- Remitente (De): ¡Tú! El que manda el cotarro.
- Destinatario (Para): A quién le mandas el cotilleo.
- Cuerpo del mensaje: Aquí es donde sueltas todo el rollo.
- Archivos adjuntos: Las fotos del verano, el PDF con la factura, el meme del gato… lo que quieras “pegar” a tu mensaje.
- Firma: Tu nombre, tu puesto y esas cosas que pones al final para que sepan quién eres (también le podríamos llamar footer)
- CC (Con Copia): Para que otros se enteren del chisme, pero sin ser los protagonistas. Está dentro del apartado de destinatario. Cuándo envías el email con alguien en copia, es para que solo sean informadas.
- CCO (Con Copia Oculta): El modo “ninja” de incluir a gente sin que los demás se enteren. De esta manera se envía una copia del email (incluida la información de los destinatarios), pero el destinatario no sabrá quién la ha recibido. Esto puede servir por ejemplo para enviar un mensaje general de bienvenida o despedida a mucha gente, y para que no todos responden «responder a todos» y por lo tanto mucha gente acabe recibiendo una respuesta que le haga perder el tiempo.
Y ya está, no tiene más misterio. Espero que te haya quedado claro.
