El CTR (Click-Through Rate), o tasa de clics, es la métrica que te dice cuántas personas, de las que han recibido tu correo, hicieron clic en alguno de los enlaces que incluiste. En otras palabras, mide qué tan bien lograste convencer a tu audiencia para que hicieran algo: visitar tu web, ver un vídeo, o comprar un producto.
Si la tasa de apertura mide el interés, el CTR mide la acción. Es el paso siguiente y el que realmente importa si quieres mover la aguja de tu negocio.
Cómo se calcula el CTR
La fórmula es más simple de lo que parece. Olvídate de los rollos de ingeniería, esto es lo que de verdad cuenta:

Al igual que con otros KPIs del email marketing, del número de emails enviados tienes que quitar todos los bounces (incluidos los hard y soft bounces) ya que esos usuarios nunca abrirán el email y la métrica no correspondería a la realidad.
Factores que influyen en el CTR
Si tu CTR es más bajo que el Euribor, no te preocupes. Hay varias cosas que puedes ajustar. Te hago una lista de los factores que más afectan al CTR, y en los que puedes meter mano:
- Llamadas a la acción (CTA) claras: ¿Le estás diciendo a la gente exactamente qué quieres que hagan? Evita el «Haz clic aquí». Mejor describir la acción que el usuario realizará, como «Compra ahora», «Descarga ahora». Sé directo, no uses rodeos. El usuario debe entender qué va a pasar después de hacer clic.
- Diseño del email: Si el correo es un ladrillo de texto sin imágenes o botones, nadie va a hacer clic. Los enlaces deben ser visibles y los botones, atractivos. Piensa en el CTR como en el GPS: tiene que ser fácil de seguir. Es muy importante que algún CTA o enlace esté en el Above-the-Fold para conseguir más visibilidad y más clicks.
- Relevancia del contenido: El CTR (a diferencia del CTOR) va de la mano de la tasa de apertura. Si el asunto promete una cosa y el contenido es otra, nadie hará clic. Tienes que entregar lo que prometes y, además, hacerlo relevante.
- Ubicación y readability de los enlaces: No los escondas. Cómo he dicho antes, pon los enlaces importantes al principio del correo (en el primer «pantallazo», por así decirlo) y distribúyelos de forma natural a lo largo del texto. Asegúrate que se vean fácilmente.
- Contenido mobile-friendly: Hoy en día, casi todo el mundo mira el correo en el móvil. Si tus enlaces no se pueden pinchar fácilmente con el dedo gordo, la gente se irá. De ahí la importancia también de un buen diseño de un Call-to-action.
¿Cuál es un buen CTR?
Una de las preguntas más recurrentes es: «¿cuál es un buen CTR?«. La respuesta, como casi siempre en marketing, es: «depende«.
El CTR ideal varía mucho según el sector, el tipo de email (newsletter, transaccional, etc.), el objetivo de la campaña, y la audiencia.
Por ejemplo:
- Los emails transaccionales (los que confirman una compra, un envío o una recuperación de contraseña) suelen tener un CTR bajísimo o altísimo, porque la gente ya está predispuesta a interactuar. Por ejemplo, el email de recuperación de contraseña será altísimo, porque la gente tiene que darle al botón de «recuperar contraseña», mientras una confirmación de pedido, el usuario normalmente no tiene que dar clic a nada.
- Las newsletters semanales, en cambio, suelen tener un CTR más bajo, ya que 1) son más recurrentes, 2) el usuario no lo ha pedido en ese momento recibir un correo, es más la marca quién empuja al usuario y a veces 3) el objetivo principal es el de informar, no el de generar un clic inmediato.
Hay empresas que se vuelven locas buscando un CTR del 10% cuando para su negocio, un 2% puede ser un éxito brutal. Depende mucho de la estrategia que uno use. Lo importante no es tanto compararse con la media del sector, sino compararse contigo mismo. Analiza tus campañas pasadas, identifica las que funcionaron mejor y aprende de ellas. La meta es que tu CTR de hoy sea mejor que el de ayer y entender que no siempre puede crecer.
Ejemplos de varios sectores
